El Movimiento Ambiental Riograndeño (MAR) criticó las acciones que alegadamente realizan las Empresas Díaz con el aval del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) y la Junta de Planificación (JP) en predios de la Reserva Natural del Río Espíritu Santo.El portavoz Ramón Piñero denunció que el designado secretario Daniel Galán Kercadó concedió el 15 de enero dos permisos para deforestar en la zona de Coco Beach sin consultar a la comunidad y que han tenido el efecto de limpiar el área de total vegetación.
Fotos de EL VOCERO muestran el área deforestada y aplanada.“Lo que a mi me preocupa es la integridad del sistema ecológico de la Reserva Natural del Río Espíritu Santo que está sentenciado a desaparecer por el colapso total en Coco Beach con el aval del Gobierno”, puntualizó el agrónomo. Dijo que entiende el impacto fue en la zona marítimo terrestre (ZMT) que es propiedad pueblo.“Yo no entiendo como este nuevo Secretario sin haber sido confirmado está dando permisos para destruir la Reserva Natural de la que se supone sea él el principal defensor y es el primer enemigo”, acotó el agrónomo.
EL VOCERO tuvo acceso a los dos permisos firmados por Galán Kercadó. El primero (número O-MA-PMA-02-02008-14102008) permite el corte y remoción de 201 árboles para la construcción de un complejo residencial, tipo ‘walk-up’, que ubicará en la parcela R-2 del complejo residencial turístico Coco Beach, en el barrio Zarzal.
El segundo permiso (O-MA-PMA02-SJ-00812-07062006) también dirigido al peticionario Rene Di Cristina, de Coco Beach Development Corp., consiste del corte y remoción de 72 árboles para el desarrollo de un complejo recreativo y restaurante del mismo lugar.Almendros, palmas de coco, uva de playa, roble nativo, casuarina, emajagüilla, noni, y almácigos son algunas las especies cortadas. Las autorizaciones están sujetas a un plan de mitigación en el que el peticionario tendrá que sembrar 820 árboles en un caso y 372 en el otro de una altura de 6 a 12 pies y un diámetro de 2 a 3 pulgadas.
Piñero recalcó que incluso cortaron un pino que utilizaban los pescadores como señal para evitar encallar en el arrecife. “Nosotros no nos oponemos a las construcciones de ellos si cumplen con las leyes y reglamentos porque eso genera ingresos para la economía, pero sí con lo que afecta la Reserva”, sostuvo el agrónomo. Un centenar de boyas de navegaciónEl líder comunitario se quejó de que además se oponen a una solicitud Coco Beach Development Corporation para instalar 116 boyas de navegación alrededor de toda Punta Miquillo, en la desembocadura del río Espíritu Santo y la Ensenada Comezón, un hábitat de manatíes.
Por la cantidad de boyas que quieren instalar temen que se afecten los pescadores cuya única entrada y salida es por esa zona. Piñero apuntó también que “bahía Comezón es un vivero natural importante en esa zona para los manatíes, tortugas marinas, langostinos y todo tipo de especies y por la desembocadura salen pescadores”.El 5 de febrero el Cuerpo de Ingenieros del Ejército señaló a la empresa por colocar sin permiso una veintena de boyas en el agua circundante a Punta Miquillo.
Luego de removerlas, la agencia federal no le impuso penalidades.Mientras, se desconoce el curso que tomó una pesquisa estatal por afectar un área aproximada de 1,900 pies en la zona marítimo terrestre, o sea de dominio público, con acciones de corte, relleno y asfalto de mangles en la zona marítimo terrestre y 276 árboles en el mes de febrero del año pasado.El líder comunitario recordó que el año pasado agencias ambientales estatales y federales le denegaron un proyecto a las Empresas Díaz, propietarios también de Coco Beach Development, precisamente para una marina, un canal de navegación, un dragado en áreas cercanas a un arrecife para la construcción de cuatro playas que implicaba destrucción de mangles, un muelle en Comezón y dos tablados.
Ese proyecto denominado Coco Beach Lado Oeste se supone que sería parte de la amenidades del Trump Internacional Golf Club. Piñero aconsejó al nuevo Secretario que no dé paso a ese proyecto bajo su incumbencia porque sabe que están tratando de revivirlo. Recalcó que esas aguas son un componente de la Reserva Natural del Río Espíritu Santo, según zonificadas, y de dominio público.EL VOCERO intentó comunicarse con portavoces de las Empresas Díaz, pero no contestaron las llamadas. El Secretario del DRNA no contestó una petición de información de este diario y se limitó a decir, a través de su Oficina de Prensa, que prefería reunirse con la comunidad en lugar de contestar la solicitud. Se informó que se indagaría el status de la querella del año pasado, pero una semana y media después no se ha proporcionado respuesta.
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