domingo, 25 de enero de 2009

Pregunta al Turistólogo

viernes, 25 de enero de 2008
Primera Hora

Puerto Rico, el país de las aguas

Estimado Turistólogo: Tras el paso de la tormenta Olga hace unas semanas, me llamó mucho la atención la inundaciones que produjeron los desbordamientos de varios ríos. ¿Es esto normal? o por el contrario, ¿somos nosotros los culpables de estas inundaciones? Gracias por su contestación. A. Torruellas, Ponce

Mi buen amigo, si tomo tus preguntas como premisas, ambas son correctas. Tienes razón si piensas que es normal que haya inundaciones cuando las lluvias son intensas. Tienes razón también, si piensas que las inundaciones que actualmente se producen son excesivas.
Obviamente, es de esperarse que cuando llueve copiosamente, si el agua precipitada sobrepasa la capacidad de acarreo o captación de la cuenca de un río, éste se desborda. Éstas son razones naturales.

Ahora bien, cuando vemos que por cualquier evento de lluvia y aunque no llueva copiosamente, nuestros ríos se desbordan con mucha facilidad, ya esto se debe a razones inducidas por el hombre. Son muchas las alteraciones a las que hemos sometido a nuestro ambiente, y la naturaleza luego nos pasa factura.

Tomemos por ejemplo la deforestación. Ante la ausencia de follaje, y desprovistos de la natural protección que ésta provee, veremos cómo ante simples eventos de lluvia, tendremos escorrentías y procesos de erosión que traerán consigo materiales que comúnmente no llegarían a ser arrastrados por las corrientes. La acumulación de estos materiales, produce trampas que provocarán inundaciones en lugares donde, bajo otras circunstancias, no ocurrirían.

En segunda instancia, vemos cómo la ausencia de planificación ha permitido una construcción desmedida. Para colmo, hemos impactado también lugares no apropiados para su desarrollo urbano. Buenos ejemplos son la construcción y el emplazamiento de comunidades invadiendo humedales, ciénagas y pantanos costeros. Estas zonas bajas tienen la función geográfica de actuar como esponjas para absorber las escorrentías que llegan desde la altura. Por esta razón, vemos cómo el mal uso de estos terrenos, al ser desecados mediante relleno, producen inundaciones que nos exponen, como hemos visto, a innecesarias fatalidades. Te invito a observar con ojo crítico y cuando lo hagas notarás, que la mayoría de las inundaciones de nuestros ríos, se suceden allí donde la mano del hombre es evidente.

Así las inundaciones se hacen intensas donde los terrenos han sido rellenados, allí donde se emplazó un puente o donde el cauce del río ha sido alterado.
Durante el paso de la tormenta Olga, vimos como, de siete ríos desbordados, seis pertenecían a la vertiente norte y uno a la vertiente oeste. Ninguno de los ríos de las vertientes sur y este produjeron inundación alguna. Muy diferente fue la experiencia con el huracán Ortensia, donde los ríos que hicieron escante y produjeron muchas desgracias fueron, precisamente, los de las vertientes sur y este.

NUESTRA HIDROGRAFÍA
Puerto Rico es considerado como el “País de las Aguas”, pues todo su territorio es bañado por unas 1,700 corrientes superficiales (riachuelos, quebradas y ríos) con excepción del área del Carso Norteño donde muchas de éstas toman cauces subterráneos.

La constante y abundante lluvia que recibimos, en unión a nuestra peculiar combinación geológica y topográfica, han dado lugar a un vasto y complejo sistema hidrológico. Con el paso del tiempo, estas corrientes de agua han trabajado unos complicados procesos de erosión, situación que hace a Puerto Rico un país especialmente interesante para el estudio de la geomorfología.
Si miramos nuestro país desde el cielo, veremos cómo nuestras montañas producen unas cuencas a las que llamamos áreas de captación, porque son las que recogen y orientan las aguas que se vierten como producto de la lluvia.

Del conjunto de éstas, se forman los ríos que desembocan al mar o se convertirán en afluentes de algún río mayor. Le llamamos entonces “río grande” a los ríos que por su extensión y tamaño se nutren o reciben agua de varios ríos tributarios.

La Cordillera Central, madre de casi todos los ríos del país y constituye además la principal división hidrográfica que separa las vertientes norte o atlántica de la del sur o del Caribe.
La vertiente norte es la más importante por su abundancia de lluvia, permanencia y mayor caudal de sus corrientes de agua. Es la más larga y extensa, su descenso es más suave que el de las otras y sus ríos son más largos y profundos.

Esto es así debido a que la Cordillera Central está más alejada de la costa norte (35 km) que de la costa sur (15 km). Aquí podemos localizar tres (3) de los cinco ríos grandes que existen en todo el territorio nacional:
1. Río Grande de Loíza2. Río Grande de Manatí3. Río Grande de Arecibo
Debo comentarte que la tormenta Olga, que nos visitó a finales del pasado año, azotó con más intensidad la parte norte de Puerto Rico. Por esta razón, fueron casualmente los llamados ríos grandes de esta vertiente los que se inundaron con mayor intensidad.

En resumen, dada la abundante lluvia que cae en Puerto Rico, nuestro país cuenta con una extraordinaria red hidrológica que se compone de cientos de manantiales, quebradas, riachuelos y ríos. Son 13 los ríos que desembocan al océano Atlántico; cuatro al canal de la Mona; siete al pasaje de Vieques y 20 hacia el mar Caribe. Los ríos del norte son más largos, importantes y con mayor caudal de agua. Los ríos del sur son más cortos y de menos profundidad. Sin embargo, se contabilizan más ríos vertiéndose al mar Caribe que las otras tres vertientes cardinales. Las vertientes este y oeste tienen en común el que sus ríos forman valles en forma de abanico. De los cinco ríos grandes que tenemos en Puerto Rico, tres son de la vertiente norte, uno pertenece a la vertiente sur y el restante a la vertiente oeste.

Pienso que esta información será muy útil para conocer cómo es la hidrología de nuestro país. Te invito a que lo guardes y si tienes alguna duda te comuniques conmigo.

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