lunes, 23 de febrero de 2009

Los primeros dientes

Por Lorena CantóEspecial
ESCENARIO
23 de febrero de 2009 04:00 am

¿Tu pequeño ha comenzado a babear escandalosamente, llora con más frecuencia, duerme peor y muerde con desesperación cuanto se pone a su alcance? Es muy probable que le esté dando la bienvenida a sus primeros dientes. Aquí te resolvemos algunas de las principales dudas sobre esta etapa inevitable para todos.

Dientes precoces o tardíos, uno o varios a la vez... No existe un patrón preestablecido para la aparición de los primeros dientes de un bebé, pero a menudo supone un pequeño mal trago para el retoño y sus padres. Los primeros dientes del bebé, por lo común, hacen acto de presencia entre los cuatro y los siete meses de vida, aunque esto tampoco es una verdad inamovible, ya que el factor genético influye en esta cuestión.

Si tú o tu pareja tuvieron una dentición precoz o tardía, es probable que a tu bebé le ocurra lo mismo.Los hay que cumplen un añito y siguen desdentados. Si este es tu caso, no te preocupes: seguro que el pediatra ya te ha asegurado que tu bebé dispondrá de una fantástica dentadura tarde o temprano.Lo habitual es que los primeros dientes en "romper" sean los dos incisivos inferiores, seguidos uno o dos meses después por los dos incisivos superiores y los dos laterales. A continuación llegarán los incisivos laterales inferiores.

Los caninos o colmillos y los premolares vendrán después. Hacia aproximadamente los tres años de edad, tu hijo habrá desarrollado una dentadura primaria o "de leche" compuesta por veinte piezas.Señales inequívocas¿Cuáles son las señales de que a un bebé le va a salir un diente? Pueden variar, pero cabe esperar cierta irritabilidad, llanto y dificultades para dormir y comer. Además, el pequeño puede babear más de la cuenta, morder con desesperación cuanto objeto se ponga al alcance de sus manitas, y sus encías tendrán un aspecto inflamado y enrrojecido.

Tradicionalmente se ha relacionado la primera dentición con la aparición de algunas irritaciones en la piel del bebé, especialmente en la zona del trasero, aunque se trata de una creencia con escasa base científica. En cualquier caso, procura cambiar con frecuencia los pañales del pequeño, lavar la zona con agua tibia y aplicar una pomada calmante.En ocasiones, la dentición también puede provocar una ligera fiebre, pero en ningún caso temperaturas elevadas (superiores a 101 grados Fahrenheit), por lo que si este es el caso es mejor que lleves al bebé al pediatra y no le restes importancia pensando que se trata sólo de un síntoma causado por los dientes.

Una vez confirmadas las sospechas de que tu hijo está dando la bienvenida a sus primeros dientes, te preguntarás qué puedes hacer para aliviar sus molestias. Hay muchas fórmulas. Entre ellas, la Academia Americana de Pediatría recomienda frotarle y masajearle las encías con uno de tus dedos -escrupulosamente limpio, claro- o proporcionarle un mordedor de buena calidad.Si optas por lo segundo, asegúrate de que sea de goma o silicona firme e irrompible, y nunca lo metas en el congelador, ya que puede hacer más mal que bien a las encías del pequeño.

Es preferible que lo introduzcas en la nevera y se lo des fresco, pero no congelado, y una vez más insistimos en que debe estar perfectamente limpio e incluso esterilizado si tu bebé tiene pocos meses.Un poco de fruta fresca o un pedazo de pan también pueden aliviar las molestias, pero siempre bajo tu atenta supervisión para prevenir atragantamientos indeseados.En caso de que estas medidas no logren aliviar el dolor del pequeño, consulta al pediatra sobre la conveniencia de administrarle un analgésico infantil o un gel anestésico específico para este uso. Pero recuerda, hazlo sólo con la aprobación del médico y en las dosis que él establezca.

Primeros cuidados

Y ahora que los primeros dientes ya aparecieron, ¿cómo los cuidarmos? La Academia Americana de Odontología Pediátrica establece que la higiene dental debe comenzar cuanto antes, mejor. Antes de que salgan los primeros dientes, es un buen hábito limpiar suavemente las encías con un cepillo dental infantil y agua, y continuar con esta práctica cuando aparezcan las primeras piezas.A no ser que el dentista lo recomiende, no se debe usar crema dental fluroada hasta que el niño cumpla 3 años, y por supuesto siempre bajo supervisión.

Esta organización aconseja que el dentista pediátrico vea al bebé en cuanto sale el primer diente y nunca más tarde del primer cumpleaños. De esta forma se pueden prevenir problemas dentales precoces, ya que los pequeños también corren riesgo de caries provocada por el uso del biberón durante las siestas o el sueño nocturno, así como cuando maman continuamente del pecho materno.Los dientes de "leche" son importantes por dichas razones, sino que contribuyen a "trazar un camino" que los dientes permanentes podrán seguir cuando estén preparados para salir.Asimismo, la AAOP recomienda que no se habitúe al niño a tomar un biberón justo antes de dormir, ya que los restos de la leche se aposentan alrededor de los dientes, propiciando la aparición de caries.

Durante la noche, es preferible que el biberón contenga sólo agua.No prolongar en exceso el uso del chupete -y nunca más allá de los 4 años- y animar al bebé a beber de un vaso adaptado según se acerca su primer cumpleaños -especialmente en el caso de los jugos- son otros buenos hábitos para garantizar una buena salud dental a tu pequeño.

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