viernes, 17 de octubre de 2008

Un anillo para rebajar

viernes, 17 de octubre de 2008
Rosa Escribano
Primera Hora

Bajar de peso es una de las metas más compartidas por miles de personas en el mundo. Por eso, no sorprende el continuo interés que generan las diversas opciones existentes para rebajar. Entre tales alternativas figura la banda gástrica ajustable, un tipo de cirugía bariátrica, disponible en Puerto Rico desde hace dos años.

Amarre para limitar
Según explica el cirujano bariátrico y laparoscópico Rafael A. Iglesias, la función de la banda de silicón es, literalmente, “amarrar el estómago”. Ésta se coloca “en el área proximal o superior” de este órgano para causar una zona de alta presión que controla el apetito y crea la sensación de saciedad.

Durante el procedimiento, el cirujano hace un par de incisiones pequeñas en la pared abdominal insertando sondas angostas y huecas. A través de ellas, introduce instrumentos quirúrgicos y una cámara que le sirve de guia durante la inserción de la banda. Al colocarla, procede a estirarla alrededor del estómago para formar un anillo.

Según Iglesias, este método permite que la ingesta de alimentos diaria no exceda de 1 a 2 onzas por comida durante seis veces al día. Esto equivale, aproximadamente, a ¼ de porción por plato de lo que se consume generalmente, lo que contribuye a la meta de perder de una a dos libras por semana. Cabe aclarar que esta técnica promueve “crear conciencia de una dieta saludable”, menciona el doctor. Como parte de los consejos nutricionales, se recomienda disminuir las grasas y azúcares y “aumentar la cantidad de gramos de proteínas para obtener una dieta balanceada a pesar de que las calorías van a ser limitadas entre 1,000 y 1,200 por día”, detalla.

El cirujano explica que, aunque ha sido aprobada desde junio de 2001 por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés), la banda ya se había utilizado con anterioridad en otras partes del mundo (Australia y Europa). En Puerto Rico apenas se comienza a practicar este procedimiento desde finales de 2006.

Por su parte, el Dr. Scott A. Lynch, director del Centro Bariátrico de la Clínica Mayo (Florida), destaca que se trata de un procedimiento quirúrgico mínimo-invasivo, sencillo, ya que se realiza a través de laparoscopia. Toma alrededor de 45 minutos y sólo requiere de una estadía de una noche en el hospital. Puesto que la banda es inflable, permite varios ajustes meses después de la operación. Éstos dependerán de “factores como la pérdida de peso, la cantidad de comida que pueda consumir la persona y el apetito que experimente”, especifica Lynch.

Más de un ajuste
Por otro lado, Iglesias aclara que este tratamiento conlleva visitas de seguimiento y, si es necesario, crear un ajuste a la banda. La manera de hacerlo consiste en inyectar (a través de la piel) el dispositivo que conecta a la misma, ya sea para añadir agua salina (para apretar) o vaciar un poco de ésta (para soltar).

Con esta alternativa se espera perder un promedio de 35 por ciento del exceso de peso entre los primeros 12 a 18 meses (aproximadamente) y entre un 55 a 60 por ciento en un lapso de 3 a 4 años. Una vez la persona llega a su peso ideal, “la banda no se remueve a menos que surja algún efecto que lo amerite”, aclara el cirujano bariátrico. En esta caso, se visitará anualmente al doctor como parte del seguimiento del tratamiento. Hay que tener en cuenta que si se remueve la banda, “el paciente volverá a aumentar de peso”.

Cabe aclarar que esta alternativa se recomienda a personas con un índice de masa corporal de 40 o más o con índice de masa corporal de 35 pero con condiciones médicas asociadas a la obesidad (diabetes, colesterol elevado, apnea del sueño, etc.). Puesto que el uso de la banda no está relacionado con el tipo de comida que se ingiere, no se recomienda en pacientes adictos a los dulces (sweet eaters) porque estos alimentos tienen un contenido calórico alto. Este tipo de ingesta afectaría negativamente la cantidad de peso a perder.

Para concluir, ambos médicos enfatizan la importancia de seguir las recomendaciones establecidas. Esto puede implicar evaluaciones de un equipo multidisciplinario que incluya dietista, psiquiatra, internista, cirujano y fisiatra.

Complacida con la opción
Hace cinco meses que María Lozada decidió someterse a esta alternativa bariátrica en vista de que, a sus 38 años, padecía de problemas de circulación. Con 5 pies y 6 pulgadas de estatura, pesaba 242 libras, lo que representaba más de 70 libras de sobrepeso. Lozada, quien es paciente de la cirujana bariátrica Ana Teresa Santos Quiñones, conoció del proceso a través de una amiga en Estados Unidos que ha perdido 90 libras desde que se sometió al procedimiento hace tres años “y no las ha vuelto a recuperar”. En su caso particular, ha logrado rebajar 33 libras. Según narra, una de sus principales inquietudes tenía que ver con la cantidad tan mínima de alimentos a consumir diariamente con este procedimiento. Sin embargo, asegura que “para nada me quedo con hambre”. Afirma sentirse muy complacida y, como resultado de la reducción de peso, pudo someterse a una flebectomía para corregir su problema de circulación.

El Dr. Rafael A. Iglesias es catedrático auxiliar del Departamento de Cirugía de la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico.Para más información, llama al 787-763-2440.

La cirujana bariátrica Ana Teresa Santos Quiñones ejerce práctica privada en Cayey. Para citas, llama al 787-738-8084, o acceda al web site http://www.cirugiabariatricapr.com/.
Para más detalles sobre el Centro Bariátrico de la Clínica Mayo, puedes acceder a la página http://www.mayoclinic.org/

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