lunes, 18 de octubre de 2010

Musa computarizada

18 Octubre 2010

Musa computarizada
CEG Software busca su lugar en el mundo global de la informática



Jorge Nazario dejó su trabajo en una firma de contabilidad para desarrollar programas de computadoras, originalmente orientados a temas contributivos. (Ramón “Tonito” Zayas / El Nuevo Día)Por Joanisabel González / joanisabel.gonzalez@elnuevodia.com

El mes entrante, Jorge Nazario viajará a Buenos Aires con la expectativa de dar a conocer EDi, un programa computadorizado que promete a cualquier oficina o empresa deshacerse del papel para siempre.

La solución, creada por Nazario y su equipo de programadores en una pequeña oficina en Guaynabo, presenta una oportunidad para empresas que buscan reducir costos.

En cambio, para Computer Expert Group (CEG Software), la presentación de EDi en la convención de la firma de contaduría Grant Thorton puede ser la puerta a la exportación global.

Según Nazario, EDi surgió durante una cena con un amigo, quien le contaba las penurias de tener miles de expedientes médicos en la oficina. Y buscando una solución al problema, Nazario encontró el concepto para diversificar su empresa y llevarla a una segunda etapa de crecimiento.

Para el empresario, esta es la ruta a seguir, luego de que el Grupo Guayacán le permitiera convertirse en un “fellow” y participar de una experiencia de educación empresarial en el Instituto de Tecnología de Massachussetts (MIT).

Además de la promesa de exportar, la herramienta es la primera de CEG no relacionada a impuestos, el nicho donde Nazario comenzó su aventura empresarial hace 15 años y que ya le resulta limitado porque el tema contributivo es muy particular a cada estado o país.

Osada decisión

Luego de concluir su maestría en contaduría y finanzas en Tulane University, Nazario regresó a la Isla y, mientras trabajaba para la extinta firma contable Arthur Andersen, se percató de la odisea que significaba llenar planillas a mano o a maquinilla. Por ello, decidió crear un “programita” que hiciera el trabajo más fácil.

Entonces, cuando un colega decidió abandonar la firma para irse por cuenta, Nazario se motivó a abandonar su empleo como asesor contributivo.

Pero Nazario no se fue para hacer trabajo contable, sino para crear los primeros programas computadorizados de radicación de planillas de contribución sobre ingresos en Puerto Rico.

“Siempre supe que iba a hacer esto”, dice el empresario al reconocer que al principio era frecuente recibir como respuesta, un “estás loco” cuando hablaba de su proyecto.

En retrospectiva, había algo de locura. Abandonó su empleo en el mismo tiempo en que su esposa tendría gemelos, y empezó la empresa sin un sólo centavo, teniendo como únicos recursos una computadora portátil y un ordernador de escritorio.

Estaba arropado en préstamos estudiantiles y ni carro tenía.

“Si estuviera en la escuela hoy, sería uno de esos estudiantes con Déficit de Atención”, dice Nazario al señalar que siempre estaba en modo creativo.

Creatividad fructífera

Ese ímpetu y la urgente necesidad de cubrir sus obligaciones fueron aliciente para crear, en unos 60 días, “Expert Puerto Rico Taxes”, el programa que utilizan más de 400 oficinas profesionales para llenar las planillas y otros deberes contributivos de sus clientes.

Ese espíritu, que afloró en Nazario a la edad de 13 años cuando, según relata, comenzó a experimentar con computadoras del tamaño de una lavadora, también dio paso el Sistema de Administración Fiscal, una herramienta computadoriza que hace posible las investigaciones y auditorías contributivas del Departamento de Hacienda.

Posteriormente, nació “Taxmania”, que permite a los individuos llenar su planilla a través de internet.

El año pasado, gracias a Nazario y su equipo de 14 personas, unos 20,000 ciudadanos cambiaron las kilométricas filas en Hacienda por varios “clicks” en la computadora para cumplir su obligación contributiva.

“Fuimos los primeros en el mundo en desarrollar una aplicación de planillas basada 100% en la internet”, dice Nazario al señalar que creó “Taxmania” a petición de Hacienda.

Nazario destaca que el trabajo de CEG, es uno de equipo y que los frutos y los golpes pertenecen a todos.

Del lado de los frutos, y para empezar, éstos se han traducido en más espacio. Del cuartito en el apartamento alquilado donde residía, se mudó a la marquesina de su nueva casa. Allí, Nazario trabajó junto a siete programadores, hasta que en el año 2000, identificó la actual sede de CEG. Fue para principios de este siglo cuando la empresa recibió financiamiento bancario por primera vez, ya que durante los primeros años, Nazario logró que la empresa cubriera sus gastos y creciera con los ingresos que generaba.

“Si perdemos clientes, sucede porque la empresa desaparece o porque se divide y, en esos casos, entonces de un cliente, nos surgen cuatro”, comenta al agregar que la retención de clientes y de empleados es altísima.

Dolores de crecimiento

En el proceso de crecer, sin embargo, CEG ha cogido varios golpes, gracias a la ingenuidad que acompaña el deseo genuino de ayudar.

En una ocasión, presentó una de sus soluciones a un cliente potencial y, como parte del proceso, una empresa multinacional que también interesaba el negocio le ofreció una sociedad si éste acordaba transferir el producto, relacionado con manejo de presupuesto.

“Al final, me dejaron fuera. Ese chiste me costó $400,000”, recuerda el empresario al señalar que en empresas como la suya es vital la protección de la propiedad intelectual.

“Pero la mejor protección contra el robo de una idea es innovar porque así no hay forma de que puedan alcanzar a uno”, dice el perito en computación.

De otra parte, Nazario piensa que el sentido de ingenuidad no es una flaqueza sino una fortaleza. Lo dice porque asegura que, al compartir ideas, está convencido de que sus propuestas son la respuesta tecnológica adecuada a muchos de los problemas con los que lidian las empresas de hoy.

Está tan convencido de ello que en CEG hay instrucciones específicas de no explorar ningún programa de la competencia hasta desarrollar su propia herramienta. Incluso, Nazario cree que el enfoque de CEG es tan innovador, que desarrollaron una versión personal y gratuita del programa EDi para que el usuario experimente y compruebe que la herramienta es la mejor.

“Nuestro récord de desempeño es 100%. Cuando uno mira la estadística, pasa lo contrario; el 75% de los proyectos de tecnología fracasan. Nosotros vendemos realidades, no sueños”, afirma.

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