miércoles, 27 de octubre de 2010

Desarman a la Policía en un megarrobo

27 Octubre 2010

Desarman a la Policía en un megarrobo
Se llevan alrededor de un centenar de armas del Polígono

Fotogalería
Agentes investigan en la escena del robo a la armería en el Polígono de Tiro de la Policía en Isla de Cabras, donde los asaltantes golpearon al agente que estaba en la entrada y a la retén. (Especial El Nuevo Día / Dennis M. Rivera Pichardo)Por Ricardo Cortés Chico / rcortes@elnuevodia.com

Llegaron en la madrugada de ayer en un auto rotulado como si fuera de la misma Policía. Eran tres: un “sargento” y dos “agentes”. Todos llevaban uniforme. Lucían como inspectores, aunque en realidad eran ladrones.

Venían a perpetrar uno de los robos más espectaculares registrados recientemente en Puerto Rico: decenas de armas guardadas en la bóveda del Polígono de Tiro de la Policía ubicado en la paradisiaca Isla de Cabras, en jurisdicción de Cataño.

Primero golpearon al policía que hacía una ronda preventiva por el polígono. Luego lo esposaron. Adentro hicieron lo mismo con la mujer policía que servía de retén en el despacho del destacamento. A ambos los encerraron dentro de un baño en la parte posterior de la pequeña estructura de techo de zinc que sirve de espacio de oficina.

Uno de los policías fatulos intentó violar a la retén dentro del baño, relató el superintendente de la Policía, José Figueroa Sancha. No pudo consumar el acto, aunque la tocaron.

“Trataron de violarla, comenzaron a tocarla en todas sus partes; gracias a Dios no pudieron llevar a cabo el acto de violación”, dijo Figueroa Sancha.

Mientras los policías permanecían dentro del baño bajo amenaza, amordazados y atados, se escuchó una sierra eléctrica. Eran los ladrones que abrían la bóveda.

Y se llevaron alrededor de 100 armas, casi todas de alto calibre, dijo el jefe policiaco. Precisó que unas 50 armas eran rifles AR-15 mientras que el resto eran pistolas .40. El valor de las armas en la calle no fue estimado.

Recibieron ayuda

Ayer se presumía que los tres ladrones no fueron los únicos partícipes del asalto al polígono de la Policía.

Esto ante informes que apuntan a la presencia de un vehículo Toyota Tacoma rojo en el área, probablemente cooperando con los atacantes. A este vehículo se le suma el Crown Victoria blanco, con el escudo de la Policía en sus puertas, que usaron los ladrones para despistar a los guardias que vigilaban la facilidad.

La primera sospecha de las autoridades es que se trata de un “trabajo interno”.

Es decir, que policías o personas de algún modo asociadas al polígono de la Policía fueron los que cometieron el acto o explicaron a los ladrones cómo llevarlo a cabo.

La hipótesis surge porque los ladrones sabían exactamente dónde estaban las armas. También burlaron la vigilancia con extrema facilidad.

De hecho, al parecer se aprovecharon que en el área no había cámaras de seguridad, salvo la existente en la torre del vigía de la Autoridad de Puertos. Ayer no se sabía si esta cámara estaba en funcionamiento al momento de los hechos.

“No me cabe duda de que es un trabajo interno. Sabían dónde buscar las armas desde que llegaron”, dijo Figueroa Sancha.

Dudosa seguridad

Ni el superintendente Figueroa Sancha ni otros jerarcas policiacos se refirieron a la total falta de seguridad que pudo haber propiciado este delito, pues la Policía guarda decenas de armas en un lugar solitario que de noche es, según vecinos, “como boca de lobo”, sin cámaras de seguridad y custodiado apenas por dos agentes.

Las oficinas del Polígono, de hecho, son una pequeña estructura con techo de zinc y al lugar se puede acceder desde la calle, brincando una mohosa verja de aluminio, o desde la playa que da a la bahía de San Juan.

Actualmente, personal de la Policía comparte la investigación del caso con varias agencias de seguridad federal, como el Negociado de Investigaciones Federales y la Agencia contra el Tabaco, el Alcohol y Armas. No se descarta que el caso pase a jurisdicción federal.

Los agentes amordazados fueron llevados a un hospital, que no fue identificado por razones de seguridad.

Afectados los agentes

Según el Superintendente, estos tenían moretones y lastimaduras por los golpes sufridos en el atraco. Precisó, sin embargo, que ninguna de las heridas a simple vista parecía grave, aunque emocionalmente estaban muy afectados.

El Superintendente indicó que el hecho de que los ladrones se atrevieran a asaltar el polígono de la Policía demuestra el desespero en la calle por armas ilegales. Indicó que los reportes de inteligencia que manejan indican una baja en la cantidad de armas en las calles.

Figueroa Sancha señaló que ofrecen una recompensa de $25,000 a cualquier persona que provea información que lleve a la captura de los asaltantes.

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