domingo, 5 de septiembre de 2010

El acoso escolar se puede evitar

El acoso escolar se puede evitar
Los padres deben dialogar con sus hijos y ayudarlos a identificar maneras de reaccionar ante el acosador


Por Ixza Casillas, MPHE / Especial para Por Dentro

Según estudios internacionales, el acoso escolar (bullying) es tan común que afecta desde un 9% hasta un 54% de los niños.

De hecho, en Estados Unidos el acoso escolar ha motivado incluso actos de violencia, como la masacre en la Escuela Superior Columbine, en Colorado, donde 12 estudiantes perdieron la vida. Algunos niños puede que no cuenten a otras personas que están siendo acosados porque sienten miedo de que las cosas empeoren con la intervención de un adulto. Temen que el abusador se desquite más con él o ella, o con sus amigos. Muy probablemente los hayan amenazado de hacerles daño si dicen algo.

El propósito principal de los niños y niñas que acosan a otros es hacerlos sentir miedo, coraje o tristeza. Una vez que el acosado demuestra estas emociones, el acosador tiene control completo sobre su víctima. El acoso terminará cuando la víctima responda de manera contraria a lo que el acosador espera. De ahí la importancia de aprender comportamientos que fortalezcan a nuestros niños.

Por eso, los padres y las madres deberían sentarse y dialogar con sus hijos sobre este tema y ayudarlos a identificar maneras de reaccionar contrarias a lo que un acosador espera. ¿Cómo los padres logramos que nuestros hijos actúen de manera diferente a lo que un acosador espera?


1. Ensayar respuestas diferentes

Pueden hacer un ejercicio de dramatización en el que se practique una situación de acoso para que el niño se prepare emocionalmente con frases que desarmen al acosador. A menudo, esta tarea es más fácil cuando los padres saben (y usan durante el ensayo) las palabras que los acosadores usan y que hacen que su niño se sienta atemorizado, enojado o triste. Por ejemplo, si un acosador le dice a un niño “estúpido”, este puede responder: “OK” o “qué bueno” y continuar su camino. Lo peor que puede hacer el niño es responder el insulto, pues esto sólo aumentará el acoso. Nótese que lo que se busca es crear una capa de fortaleza alrededor del niño, de manera que no le afecten los comentarios de los acosadores.


2. Mostrar un lenguaje corporal saludable

Los padres y las madres pueden ensayar también las formas específicas que diferencian a un niño con alta autoestima de los inseguros. Si una niña le grita a otra que la está acosando “No me importa lo que estás diciendo”, la acosadora sabe que no es cierto porque le está gritando. Mirar hacia abajo, bajar la cabeza, hundir los hombros, ropa desarreglada, hablar en voz baja, pueden ser vistos como síntomas de baja autoestima y lo acosadores identifican rápidamente a sus víctimas.


3. Evitar la violencia

Enseñar a un niño a defenderse usando la violencia, aparte de ser un comportamiento primitivo, llevará a nuestros hijos a meterse en problemas escolares y hasta legales. Piense esto: los acosadores casi nunca dan el primer golpe.

Siempre molestan a tal grado de que es el otro quien “empieza la pelea” por lo que logran zafarse de castigos o consecuencias que el otro tendrá que enfrentar.


4. Los acosadores necesitan ayuda

Podemos enseñar a nuestros hijos que los niños y niñas que acosan a otros en la escuela casi nunca tienen coraje contra sus víctimas, si no contra ellos mismos o contra los eventos que han pasado en su vida, de los cuales no tienen control.

Con la guía apropiada, los padres debemos apoyar a nuestros hijos para que sean ellos quienes enfrenten y sobrepasen una situación de acoso, pues esto fortalecerá su autoestima. Por otro lado, los padres debemos ser cautelosos pues no es recomendable enseñar que debe ignorarse el acoso o “no hacerle caso”. El problema es que el acosador sabe que esto le molesta al niño y continuará haciéndolo para controlar a su víctima. La clave está en enfrentarlo, no con violencia, si no con inteligencia.

Consulte con las autoridades escolares sus políticas para la prevención y manejo del acoso en la escuela. Si observa ansiedad en su hijo o hija o le preocupa su salud emocional por esta razón, consulte a un profesional de niños y adolescentes. Puede llamar a la Línea de Orientación del Hospital Panamericano al 1 (800) 981-1218.


La autora es Educadora en Salud Pública y trabaja para el First Hospital Panamericano.

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