martes, 8 de junio de 2010

Refuerza tu autoestima

Refuerza tu autoestima
No importa la edad, siempre es importante aprender a valorarnos


Por Ileana Delgado Castro / idelgado@elnuevodia.com

Es uno de los aspectos más importantes para el desarrollo completo de todo ser humano. Más que nada, porque es lo que nos marca como persona y nos ayuda a definir la personalidad.

Así es la autoestima, ese concepto emocional sobre la valoración que hacemos de nosotros mismos y que tanto influye en casi todo lo que hacemos a lo largo de nuestras vidas.

"Es algo tan sencillo como la creencia que tenemos sobre nosotros mismos. Está basado en nuestras experiencias. Es algo que se comienza a desarrollar desde la infancia y continúa durante toda la vida", indica la hipnoterapeuta y psicóloga clínica María Cristina Agrait, quien destaca que dependiendo de la valoración que hagamos sobre nosotros mismos es lo que nos va a ayudar a lograr lo que queremos en la vida.

En ese sentido, tienes una autoestima saludable si eres consciente de tus virtudes y defectos. Implica respeto hacia uno mismo y consecuentemente hacia los demás.

Además, tener una autoestima elevada no significa creerte más importante que los demás, significa saber y tener plena conciencia de que tu vida es infinitamente valiosa y tan importante como la de los demás. También es saber aceptar tus propios defectos, errores y limitaciones sin llegar a menospreciarte o sentirte lastimado, coinciden los expertos.

"Una autoestima saludable te impulsa a actuar, a seguir adelante y te motiva a perseguir tu objetivos. La autoestima es el requisito indispensable para las relaciones interpersonales sanas, es lo que permite que puedas amar y respetar a los demás", señala el psicólogo industrial organizacional Carlos Andújar, quien subraya que la autoestima se nutre de los refuerzos positivos iniciales que los padres dan en la niñez. "La autoestima depende también de quiénes son los que median esas experiencias. En ese sentido, los padres tienen un papel muy importante", subraya Andújar, aunque señala que su experiencia en las escuelas es todo lo contrario.

"Todos los días me encuentro con estudiantes que dicen que los padres les dicen que no sirven para nada. Los padres son nuestros mejores amigos, pero en algunas instancias pueden ser nuestros peores enemigos", sostiene Andújar, tras señalar que muchas veces esto pasa porque los padres también tienen la autoestima baja y por eso no pueden ayudar a sus hijos.

¿Cómo mejorarla?

• Haz una lista realista de tus fortalezas, virtudes y cualidades, así como las debilidades. Reflexiona sobre cómo puedes superar las debilidades, pero reconociendo en lo que eres bueno.
• No pienses sólo en tus defectos. Recuerda que todo el mundo los tiene. Si piensas en ellos no lo hagas con el fin de reprocharte o echarte culpas, házlo con el fin de intentar de mejorar.
• Establece planes a corto plazo y decide hacer cosas que antes creías que no podías hacer.
• Disfruta de la vida sin sentirte culpable. No pospongas tus deseos por complacer a otros.
• Celebra tus logros y aprende de tus errores. Piensa que las situaciones negativas son temporales y aprende de ellas.

• No te aísles. Haz una lista de amigos, cultiva tus amistades.

• No sigas ciegamente las opiniones de los demás sin reflexionar. Fija tu propio criterio. Lo que tú piensas también es importante.

• Deja que los demás te ayuden, acepta halagos y cumplidos. Si crees estar pasando por un momento de depresión o angustia no dudes en buscar ayuda profesional.

• No te hagas demasiados reproches y deja de compararte continuamente con los demás o con quienes aparentemente les va mejor en la vida.

• Aprende a decir NO. Eso no significa que seas mala o malo, o que van a dejar de quererte.

• Dedícate tiempo, cuida tu aspecto físico y házte regalos de vez en cuando.

• Sonríe a la vida, piensa por qué cosas vale la pena vivir, intenta ser optimista y positivo.

(Fuente: Recopilado por El Nuevo Día)

Señales de baja autoestima

• Tienen mayor tendencia a la depresión y a sufrir ante las adversidades.

• Tienen miedo de expresar sus gustos u opiniones. Les cuesta expresar sus sentimientos.

• Son mucho más vulnerables y suelen tomarse a mal cualquier crítica.

• Tienen dificultad para relacionarse con los demás.

• Sienten una gran necesidad de ser aceptados.

• Tienen menos probabilidad de lograr lo que se proponen porque siempre están pensando de antemano que no lo lograrán.

• Nunca valoran sus propios logros o los minimizan.

• Suelen excusarse y justificarse por todo. Siempre tienen miedo de estar molestando o quitándole tiempo a los demás.

(Fuente: Recopilado por El Nuevo Día)

No hay comentarios:

Publicar un comentario