lunes, 7 de junio de 2010

Inseguro el país por robo de cobre

Inseguro el país por robo de cobre
miércoles, 14 de abril de 2010
Sara M. Justicia Doll / Primera Hora
El hurto de cobre, que a nivel federal es considerado un acto terrorista, ha alcanzado en Puerto Rico unas dimensiones peligrosas para el país y la ciudadanía.

Según explicó la fiscal auxiliar de la Oficina del Fiscal General, Laura Hernández Gutiérrez, el hurto de cobre se interpreta como un acto terrorista ya que se trata del sabotaje de infraestructura esencial. Las telecomunicaciones y los servicios esenciales que dependen de ésta se ven gravemente afectados cada vez que se roban la cablería de cobre.

“Atender el asunto del hurto de cobre es discutir una situación de seguridad nacional”, dijo el director de Asuntos Reglamentarios y de Gobierno de la Puerto Rico Telephone (PRT), Walter Arroyo, quien al igual que Hernández participó ayer de un junte intersectorial para discutir las repercusiones del problema.

En el caso de la PRT, si la tendencia continúa como va, al cierre del 2010 las pérdidas pudieran llegar a los $5.5 millones. En el 2009 las pérdidas por este concepto fueron de $2.3 millones.

“Éste es un problema que va más allá del mero robo. Se afecta el acceso al 9-1-1, se imposibilitan las transacciones de ATH, los hospitales, las comandancias y otras entidades críticas se quedan incomunicadas”, agregó Arroyo.

El artículo 246 del Código Penal de Puerto Rico, sabotaje de servicios públicos esenciales, aplica a “toda persona que con el propósito de impedir parcial o totalmente la prestación de servicios públicos esenciales, destruya, dañe, vandalice, o altere el funcionamiento de las instalaciones o equipos del servicio o redes de computadoras o cualquier propiedad destinada al servicio público, incluyendo el de transportación y comunicación, incurrirá en un delito grave en tercer grado”.

Hernández dijo que se evalúa que en estos casos no se tenga que probar que hubo la intención para que se facilite el sostenerlos en los tribunales.

De hecho, informó que en días recientes se envió un memorando a las 13 fiscalías con instrucciones específicas para que cuando se sometan casos de hurto de cobre se identifiquen las mayores y más significativas penalidades.

“A veces el caso que se consulta con la fiscalía es el de una persona que para satisfacer un vicio toma cierta propiedad y el caso no es el más sólido del mundo. No contamos con evidencia suficiente para lograr una convicción y para no quedarnos con las manos vacías, entramos en algún tipo de negociación para obtener una convicción, aunque no sea la recomendable”, dijo la fiscal.

El superintendente asociado de la Policía, José Rosa Carrasquillo, informó que se han creado unos task forces que en lo que va de año han hecho intervenciones significativas en centros de acopio en Humacao, Salinas y San Juan.

En la Policía no se llevan estadísticas específicas del hurto de cobre, supo Primera Hora a través de la Oficina de Prensa del Cuartel General.

La mayoría de las personas que roban cobre lo hacen por ganar dinero rápido. Con sólo una tijera cortan cables a diestra y siniestra. Inclusive a veces dañan los de fibra óptica. De inmediato llegan a los centros de acopio que, aunque pueden ser legales, no necesariamente siguen los procesos en ley para certificar la procedencia lícita del cobre.

Ayer trascendió que están bajo la lupa de las autoridades estatales y federales las operaciones de una barcaza que llega semanalmente a Puerto Rico a recoger cobre y cuyo destino final es China, el país de más demanda de este material.

Según se informó, otras islas caribeñas traen a Puerto Rico su cobre adquirido en centros de acopio y también lo envían a China en esta barcaza.

El hecho de que la mayoría de los cortes de cables de cobre se dan en lugares recónditos y en horas de la noche dificulta la detención del maleante en el momento en que comete el crimen.

La complicada logística para resolver las complicaciones que causa el hurto de estos cables representa a su vez un costo de miles de dólares al país.

El mejor ejemplo ocurrió el pasado viernes negro, según narró el presidente de la PRT y Claro, Enrique Ortiz de Montellano.

“Hubo dos hurtos de cobre, uno en el área de Arecibo, de jueves para viernes negro y otro el viernes cerca del sector La Virgencita, en Toa Alta. Se afectó el comercio de manera significativa por espacio de 48 horas. No podemos cuantificar las pérdidas totales, pero en el caso de Evertec, la compañía que se encarga del sistema de ATH del Banco Popular, el impacto que se sufrió por las transacciones que no se hicieron fue de unos $300 mil”, dijo el presidente de la PRT.

Según la presidenta de la Junta Reglamentadora de Telecomunicaciones, Sandra Torres López, “el robo de cobre es un negocio lucrativo”.

En Puerto Rico se pagan $2 por libra de cobre, pero a nivel internacional se pagan $3.29 por libra del metal que compone el 85 % de la cablería telefónica .

No hay comentarios:

Publicar un comentario