Larga marcha a la equidad

A 100 años del primer Día Internacional de la Mujer son muchos los avances, pero resta un largo trecho por lograr la igualdad de género.
Precedido por la valentía de obreras de Europa y de Estados Unidos para luchar por sus derechos en sus centros de trabajo y por féminas para alcanzar el sufragio, los orígenes del Día Internacional de la Mujer se vinculan con el Día de las Mujeres ('Women's Day') que las socialistas estadounidense celebraban desde el 3 de mayo 1908 para hacer campaña por el derecho al voto y contra la esclavitud sexual en el Teatro Garrick en Chicago, Illinois.

"El Partido Socialista Americano designó el último domingo del mes de febrero, día 28 de 1909, como Woman's Day, para reivindicar el derecho de las mujeres al sufragio. Hasta 1920 no fue aprobada la Decimonovena Enmienda de la Constitución Estadounidense por la que se otorgaba a las mujeres del derecho al sufragio", indica Ana Isabel Álvarez González, autora de 'Los orígenes y la celebración del Día Internacional de la Mujer'.

Uno de los hechos importantes que también marcan esta conmemoración es la huelga de las obreras de la Compañía de Blusas Triangle en Nueva York conocida como 'La sublevación de las 20,000' porque esa cifra indicaba la cantidad de mujeres que respaldaron el paro para reclamar mejores condiciones de trabajo.

En febrero de 1910, las obreras de Nueva York se reintegran a sus labores, aunque no lograron negociar todas sus demandas como instalar salidas de emergencia y escaleras de seguridad, y eliminar la prohibición de mantener las puertas cerradas durante la jornada laboral. El sábado, 25 de marzo de 1911 ocurrió un incendio donde murieron 146 trabajadoras y a raíz de este suceso, la Liga Nacional de Mujeres Sindicalistas inició una campaña para que se aprobara legislación contra los incendios y se protegieran a los empleados y empleadas en sus centros de trabajo.

"El Día Internacional de la Mujer, que tiene sus orígenes indiscutiblemente en el movimiento internacional de mujeres socialistas de finales del siglo XIX, tenía como finalidad exclusiva promover la lucha por el derecho al voto de la mujer, sin ningún tipo de restricción basada en el nivel de riqueza, propiedades o educación. La primera celebración del Día Internacional de la Mujer se produjo el 19 de marzo de 1911, y fue seguida en Austria, Alemania, Dinamarca y Suecia", señala Álvarez González, quien estudió el doctorado en el programa Estudios de la Mujer de la Universidad de Oviedo en España y quien hizo una investigación sobre el origen del 8 de marzo en la Universidad de Harvard en Massachusetts, Estados Unidos. Informa también que la Revolución Rusa de 1917 influyó en la conmemoración de la fecha.

Avances en la Isla

Distintos países fueron integrando la designación del 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer. En Puerto Rico, el Frente Femenino del Partido Independentista Puertorriqueño organizó la primera celebración y la primera del movimiento feminista fue en 1974 por el colectivo 'Mujer Intégrate Ahora', según publica Ana María Portugal en la página cibernética Isis Internacional.

La periodista y profesora de la Universidad de Puerto Rico, Norma Valle Ferrer, explica que en la Isla, el Gobierno oficializó ese día mediante una ley en 1976, "en respuesta a las luchas del movimiento feminista, dirigido, entre otras, por la Federación de Mujeres Puertorriqueñas y Mujer Intégrate Ahora. La Ley mandata al Gobierno del ELA a observar este día como uno de reivindicación para las mujeres. Desde entonces se celebra ampliamente. Sin embargo, desde principios del siglo 20, obreros y obreras organizados en Puerto Rico conmemoran esta fecha revolucionaria en las tribunas obreras".

Para la directora del Programa de Estudios de Mujer y Género de la Facultad de Estudios Generales de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, Mara Negrón Marrero, hoy sirve para atraer la atención pública a diversos asuntos relacionados con la situación socioeconómica y política de la población femenina actual y una manera de renovar las reivindicaciones de las mujeres y de otros sectores.

"Hoy día cada vez menos hablamos de la mujer trabajadora, no porque no hayan trabajadoras, sino también reivindicaciones feministas y posfeministas han ido ampliándose y no son solamente reivindicaciones en el espacio de trabajo. Son reacciones a muchos niveles que han tenido transformaciones importantes en el espacio social y político", sostuvo la catedrática Negrón Marrero.

Además de la organización de los grupos feministas, la integración de la mujer puertorriqueña a la fuerza laboral, principalmente a partir de 1950 con la industrialización en la Isla, transformó su papel en la sociedad. Ha avanzado en adquirir derechos laborales y en integrarse al sistema educativo y en la política, además de sobresalir en distintos oficios y profesiones.

"En Puerto Rico hemos avanzado en ese sentido. Es decir, las mujeres han entrado en el sector del trabajo. Hemos tenido rectoras en esta Universidad (UPR). El espacio público en Puerto Rico ha sido ocupado por las mujeres y eso es importante, con la adquisición de una serie de derechos y de leyes que protegen a las mujeres que les permiten hacer muchas cosas. Los derechos reproductivos también son esenciales para la situación de la mujer. En el fondo, el devenir de la mujer de la sociedad ha dependido mucho del lugar que se le asigna a la mujer en la familia... La conquista de los derechos reproductivos y a decidir sobre su propio cuerpo fue una gran reivindicación también. Todo eso es esencial y en Puerto Rico hemos tenido acceso a eso".

Violencia doméstica y otras luchas inconclusas

Pero, a pesar de los derechos adquiridos de la población femenina, continúa vigente la cultura patriarcal, donde el hombre es el sujeto dominante en los distintos sectores de la sociedad.

"Lo que sigue de toda manera muy vigente para nuestra desgracia, yo diría, que es el resabio de una cultura patriarcal demasiado fuerte que está muy ligada a la violencia doméstica. Es un mal. No hay una voluntad de aplicar políticas agresivas en contra de la violencia doméstica", expresó Negrón Marrero.

Tener representación en todas partes, salir del espacio doméstico, asumir puestos de liderazgo y tener derechos para tomar decisiones sobre su cuerpo han sido determinantes para que la mujer alcanzara su sitial esencial en la sociedad contemporánea. Pero para la Profesora, hay que continuar luchando por preservar los derechos y adquirir otros.

"La democracia no es un dado. Es algo que uno construye todos los días. Por eso hay luchas todos los días; hay denuncias todos los días. Es como un espacio que hay estar defendiendo y preservando. Los movimientos feministas han producido y han logrado una serie de reivindicaciones que tienen ya la forma de leyes concretamente que protegen reconocen y protegen ciertos derechos y le garantizan a esos sujetos mujer ciertos derechos. Lo que pasa es que la lucha es preservar esos derechos, luchar por ellos", puntualizó la educadora.