viernes, 31 de julio de 2009

En las garras del virus

viernes, 31 de julio de 2009
Bárbara J. Figueroa Rosa
Primera Hora

En retrospección, cuando el intensivista pediátrico José Rodríguez evalúa los más de 20 años que lleva de servicio, se le hace difícil detectar un momento más intenso que el que ha vivido durante los pasados meses, época que describe como “crítica” a causa del efecto que ha ocasionado el virus de la influenza AH1N1 en la población infantil.

“Ha sido el primer verano que (los médicos) no hemos podido tomar vacaciones. Han sido meses de mucho trabajo intenso, en los que hemos estado viendo muchos niños seriamente enfermos y en estado crítico a causa del virus... esto nunca había pasado”, destaca el también neumólogo adscrito al Centro de Especialidades Pediátricas y Adolescentes (CEPA) de Caguas.

Busca más información en nuestro especial de gripe porcina.

Y es que, para el galeno, la nueva cepa de la influenza –para la cual se está elaborando una vacuna– ha provocado gran incertidumbre a nivel clínico, en particular por los estragos que deja en el organismo la también conocida gripe porcina.

“Este virus hay que respetarlo porque son muchas las complicaciones secundarias que provoca. En la mayoría de los casos, estos problemas tienden a ser leves, pero hemos tratado a niños que después de superar la crisis inicial tienen un tipo de recaída que los complica tanto que requieren de ventilación mecánica para sostener su vida”, dijo sobre la gripe que ha provocado la muerte de 10 personas en la Isla y cerca de 1,700 casos sospechosos.

“El problema con este virus es que, incluso después de varias semanas del evento de la influenza, el paciente puede desarrollar un periodo febril que podría ser indicador de otras complicaciones serias como, por ejemplo, neumonía. Y es que una infección viral predispone a tener otras infecciones bacterianas y en ese caso, se requiere una revaluación y el uso de antibióticos”, detalló el intensivista que labora en el hospital HIMA de Caguas.

Aun cuando el panorama actual es de cuidado, Rodríguez elogia los múltiples métodos tecnológicos que existen hoy día y asegura que, de lo contrario, la crisis hubiera sido peor que la que se percibe.

“Muchos de los niños que he tratado se han salvado gracias al uso de esa tecnología. En el pasado, muchos de esos niños hubieran fallecido. Sinceramente, mis compañeros médicos y yo hemos hecho un gran esfuerzo y hemos dado el todo por el todo para salvar las vidas de estos niños que han sufrido la enfermedad durante los pasados meses”, dijo el galeno.
De cara al futuro, el médico está confiado en que el proceso experimentado a nivel mundial abone a que surjan nuevos métodos de prevención.

“Se ganan muchas experiencias en situaciones como éstas y, sobre todo, se crea conciencia de que las enfermedades infecciosas sí pueden ser prevenibles. Por eso confío en que en un futuro cercano logremos detectar un método de inmunización. Ésa sera nuestra mejor arma para atacar todas estas enfermedades”, expresó el médico al recordar que todos los años cerca de 36 mil personas pierden la vida en Estados Unidos a causa de la influenza, por lo que “es recomendable vacunar a los niños contra el virus”, en especial a aquellos que padecen condiciones críticas tales como el asma, diabetes, cáncer o enfermedades del corazón. También deben estar bajo vigilancia aquellos que tengan síndromes o enfermedades congénitas.

De otra parte, Rodríguez reconoce que son muchos los padres que están ansiosos por el regreso a clases, un periodo en el que es común que los niños sufran infecciones respiratorias de temporada.

Sin embargo, este año los niños están expuestos a sufrir infecciones como la influenza A, por lo que es importante que los padres sean precavidos.
“Deben estar conscientes que no deben llevar sus niños a la escuela si presentan algún síntoma, en particular si tienen un cuadro febril, pues es la única manera de evitar otros contagios”, dijo el neumólogo.

A los maestros y directivos escolares, por su parte, los instó a mantener las áreas de contacto lo más limpias posibles y seguir el protocolo establecido por el Departamento de Salud.
Aclaró también que es importante que tanto los progenitores como los educadores sepan que una vez un niño da positivo al virus AH1N1 y pasan el periodo de contagio (aproximadamente siete días) se volverán inmunes al virus y no transmitirán a otros el mismo.

Síntomas según las edades
InfantesEl cuadro clínico de un bebé menor de dos años contagiado con una infección viral como la AH1N1 podría variar a la de otro niño de mayor edad pues ellos no saben explicar lo que sienten o les aqueja. Por eso es importante que los padres o tutores tomen acción rápida y vigilen los siguientes
Síntomas:Fiebre: Temperatura mayor a los 38 grados y, en algunos casos, salpullido en la piel.Letargo: El bebé muestra aturdimiento y se muestra tan sensible que ni siquiera quiere que lo carguen.Diarreas y vómitos: Los bebés se deshidratan rápido, por lo que es importante vigilar y llevar récord de cada episodio y llamar de inmediato al médico , en especial si dejan de orinar o se le resecan los labios.Gotereo nasal: Los padres deben estar vigilantes a cualquier dificultad respiratoria que presente el infante, más allá de pensar que se trata de un simple catarro.
“Toddlers”Los pequeños entre los dos y los cinco años están en uno de los grupos de mayor riesgo para contraer el virus. De hecho, dos de las 10 muertes confirmadas por el Gobierno, respecto a la gripe porcina, incluyen a dos menores pertenecientes a esta categoría. Por eso es importante que esté pendiente de su hijo si presenta alguno de estos síntomas:
Fiebre: Temperatura mayor a los 38 grados y, en algunos casos, salpullido en la piel. Tos: Vigilar si la tos es persistente. Irritación: Usualmente los niños en esta etapa son activos, por eso se debe tomar en consideración cualquier desánimo que indique que el menor está amotetado. Dificultad respiratoria: Podrían presentar agitación al respirar o cualquier otro malestar asociado con las vías respiratorias (parecido al asma).
NiñosLa sintomatología de la gripe porcina en niños de los cinco a los 12 años es más parecida a la de los adultos. De hecho, en esta población la probabilidad de contagio es mucho más expuesta debido a que los pequeños están en una edad escolar y carecen de una noción básica de prevención. A continuación, algunos puntos que se deben observar:
Fiebre Temperatura mayor a los 38 grados y, en algunos casos, salpullido en la piel. malestar corporal En ocasiones, los niños podrían decirles a sus padres que tienen dolor de espalda, en las piernas o brazos. Dolor de cabeza Otros menores podrían también quejarse de constante dolor de cabeza, el cual podría estar relacionado con alguna congestión nasal severa.Respiración Dificultad al respirar. Incluye agitación o sensación de falta de aire.

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